El peso... qué cuenta, nada.

pies sobre la tierra

 ¿Quién se ha preguntado alguna vez el peso de una árbol?

¿Es qué acaso las montañas más finas son las mas hermosas?

¿Cuál es el peso del mar?

Si fueramos como el oro o las piedras preciosas, quizá, sería comprensible. 

solo en ese caso,  nuestro valor estaría relacionado, con nuestro peso.

Pero, definitivamente, no lo somos, no somos un metal, menos una piedra preciosa.

Cada mujer, no es su maqullaje, ni su ropa, 

somos cada batalla y la furia como las enfrentamos.

La bondad con la que nos dirigimos a los otros, cada triunfo y cada fracaso.

y como nos levantamos cada mañana para dar lo mejor de nosotras.

No somos una foto estereotipada, viéndonos más o menos guapas,

no quienes eramos, ni como nos veíamos, si estamos felices o estamos tristes,

tampoco somos  las decisiones, buenas o malas que hemos tomado.

Somos cada una, imperfectamente perfectas, luchando en un mundo social muy hostil,

juzgandonos por cada detalle si somos delgadas hay que comer, 

si somos gordas hay que dejar de comer y ejercitarse.

sin ninguna intención de entrar en un discurso de extremo feminismo,

es tan difícil encajar siendo mujeres.

se espera siempre que estemos bellas, que tengamos hijos, 

trabajo y siempre maquilladas, arregladas y perfectas.

Basta ya de juzgar, por lo que ven nuestros ojos, 

basta de agredir a la otra y a sí mismas,

basta ya de tanta violencia estética.

Lo peor es que hay que lidiar con una violencia que duele muy profundo, 

y es la de nuestros seres queridos, y de nosotras mismas, que solemos ser implacables.

En la balanza, solo está tu peso y tu apariencia,

no nuestros triunfos, ni la gente que nos ama y nos respeta.

Cada mujer lucha con sus imperfecciones sociales cada día, cada noche,

sus inseguridades, y puede, llegar a querer ser otra persona que no es,

sin da valor a quien eres, como te has reinventado una y otra vez.

Alguna vez confieso he hecho el ejercicio de ver miles de mujeres en la calle, 

preguntándome, ¿cual de ellas quisiera ser?

llegando a la conclusión: que solo quiero ser YO, pero un versión mas bonita.

¿Me pregunto? ¿significa que no soy suficiente bonita?

¿Quién me ha dicho eso? lamentablemente yo, y la sociedad.

En mis momentos de más cordura, entiendo, que no necesito más que ser yo para ser apreciada,

y valorada más allá, de las percepciones superfluas de los de afuera, 

y de las comparaciones con lo que se llama bello y/o perfecto.

 

Soy suficiente, soy hermosa, y valgo más que mil quilates de oro.

soy amable, tierna y siempre dispuesta a ayudar, inteligente y capaz.


Si piensas decirme algo sobre mi aspecto actual, no lo hagas,

no merece la pena, a partir de hoy el espejo me dirá solo la verdad,

que no hay nada mejor que ver a esa gran mujer quien soy

que lucha y que le brinda su bondad y su sonrisa a cada persona que conoce,

no quiero ser diferente, simplemente ser, y dejar de herirme yo misma

BASTA de VIOLENCIA.

Y aunque que sé, que aunque intente, no podré controlar lo que piensen los demás,

y con certeza absoluta no dejaran de intentar herirme con mi apariencia

Con que consiga, estar en paz con mi cuerpo, y el espejo

ya bastará para continuar con mi felicidad y mi camino,

sin dolor ni justificaciones.

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